La crisis de la familia; los cambios de roles a través de una perspectiva de género
La mujer se ha incorporado paulatinamente al trabajo fuera del hogar y el hombre se ha ido encaminado al concepto de las “nuevas masculinidades”, dejando ideas que en un principio se nos venían a la mente cuando pensábamos en una familia heterosexual.
La familia fue creada como un sistema que de cierta manera asegurara el bien económico y político de un grupo. Hoy en día se considera en crisis porque en más de un nivel se nota la modificación de los roles que esta misma debe cumplir, sin embargo, ¿Qué reacciones trae esto en la sociedad? ¿Van estos cambios a la par con los cambios valóricos de la sociedad? La verdad no, porque estos cambios han traído consigo críticas conservadoras, pues estas normas arcaicas parecen definir que la sociedad no está dispuesta a asimilar nuevas maneras de vivir y crecer.
Pero ¿por qué esta sociedad está tan resistente al cambio? siendo que habitualmente navegamos por rincones donde la diferencia predomina y sin darnos cuenta, somos uno más dentro de esta continua armonía de la desigualdad, y a pesar de eso, esta sociedad busca de alguna forma encontrar su punto de convergencia. A esto, la identidad, los modelos, la imagen formada de una persona u objeto es lo que le llamamos de forma simplista estereotipo. Los estereotipos son modelos que representan los tipos humanos, que estandarizan en pocos rasgos las características originales de los diferentes grupos de personas. Lo que representa a un estereotipo es la visión reductora de la humanidad, dado que nace de una percepción vaga sin mayor profundización que la del prejuicio, y que a su vez, promueve la intolerancia y la discriminación.
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